La poesía desarraigada
de Dámaso Alonso

Antología poética comentada

Se ofrecen seguidamente cuatro poemas de Dámaso Alonso, los titulados

"¿Cómo era?" (Poemas puros)
"La injusticia" (Hijos de la ira)
"Mujer con alcuza" (Hijos de la ira)
"De profundis" (Hijos de la ira)

En este poema, Dámaso Alonso presenta ante Dios sus flaquezas y le dirige -en los versos finales- una amorosa y angustiada súplica que constituye una afirmación de fe y amor hacia Dios. Los extensos versículos adquieren ese tono de Salmo que justifica el título ("De profundis" es el comienzo de uno de los Salmos penitenciales atribuidos a David: "Desde lo más profundo grito hacia ti, Yahvéh").

De profundis

Si vais por la carrera del arrabal, apartaos, no os
   /inficione mi pestilencia.
El dedo de mi Dios me ha señalado: odre de putrefacción
   
/quiso que fuera este mi cuerpo,
y una ramera de solicitaciones mi alma,
no una ramera fastuosa de las que hacen languidecer
   
/de amor al príncipe,
sobre el cabezo del valle, en el palacete de verano,
sino una loba del arrabal, acoceada por los trajinantes,
que ya ha olvidado las palabras de amor,
y sólo puede pedir unas monedas de cobre en la cantonada.
Yo soy la piltrafa que el tablajero arroja al perro
   
/del mendigo,
y el perro del mendigo arroja al muladar.
Pero desde la mina de las maldades, desde el pozo
   
/de la miseria,
mi corazón se ha levantado hasta mi Dios,

y le ha dicho: Oh Señor, tú que has hecho también
   /la podredumbre,
mírame,
yo soy el orujo exprimido en el año de la mala
   
/cosecha,
yo soy el excremento del can sarnoso,
el zapato sin suela en el carnero del camposanto,
yo soy el montoncito de estiércol a medio hacer, que
   /nadie compra,
y donde casi ni escarban las gallinas.
Pero te amo,
pero te amo frenéticamente.
¡Déjame, déjame fermentar en tu amor,
deja que me pudra hasta la entraña,
que se me aniquilen hasta las últimas briznas
   
/de mi ser,
para que un día sea mantillo de tus huertos!

NOTAS.

Verso 1. Inficione. Contagie, corrompa.
Verso 5. Cabezo. Pequeña elevación en el terreno.
Verso 8. Cantonada. Esquina.
Verso 9. Tablajero. Carnicero.
Verso 17. Carnero del camposanto: osario; lugar del cementerio donde se entierran los huesos sacados de las sepulturas temporales.
Verso 25. Mantillo. Abono que resulta de la descomposición del estiércol.