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Madrid.
Expertos
en educación, analistas de entidades internacionales como OCDE, Banco
Mundial, Unesco y UE, profesores investigadores, técnicos del estado y
representantes del ámbito empresarial y sindical, se reunieron recientemente
en Madrid, en el simposio Educación a lo largo de la vida: un desafío
social y económico, organizado por las Fundaciones Ramón Areces
y Sociedad y Educación.
El simposio
se articuló en dos jornadas con cuatro áreas temáticas de desarrollo:
la Educación a lo largo de la vida en los organismos internacionales;
el marco europeo para el aprendizaje permanente en la estrategia Europa
2020; la formación a lo largo de la vida en España; y políticas públicas
y proveedores de oportunidades de formación.
Los expertos
coincidieron en destacar que la implantación de políticas comprometidas
con programas para la educación a lo largo de la vida se conforma como
el elemento clave para hacer frente al desempleo juvenil y el aumento
de la productividad y reclamaron una mayor implicación de los Gobiernos
y sobre todo de las empresas, para incentivar el desarrollo de una cultura
de formación permanente.
Inclusividad
y flexibilidad
La
ponencia de apertura corrió a cargo del presidente del Consejo Escolar
del Estado, Francisco López Rupérez, quien evidenció una anomalía asimétrica
en el sistema educativo español, por el que los individuos más formados
y avanzados en el sistema educativo se benefician en mayor medida de los
programas de educación a lo largo de la vida, mientras que los individuos
que abandona prematuramente su proceso de escolarización o con una formación
de primer grado, acceden a los programas en menor número; estos últimos
son el grupo objetivo clave que presenta más resistencia a la reinserción
en el sistema laboral. Frente a esta paradoja, Rupérez destacó la necesidad
“de acertar a la primera” y de emplear todos los recursos educativos
para frenar el abandono escolar que en nuestro país alcanza índices que
califica de “dramáticos”, ya que se pone de manifiesto que más tarde es
mucho más difícil volver a incorporar a estos individuos a programas de
formación a lo largo de la vida.
Por esa razón,
presentó los que constituyen los tres retos clave de la educación a lo
largo de la vida: "inclusividad” y “flexibilidad” para garantizar
el retorno a la educación en cualquier momento de la vida, y dotar a nuestro
país de un sistema de cualificación eficiente como complemento a la experiencia
y el currículo profesional de los individuos.
Organismos
internacionales
Representantes
y analistas expertos de la OCDE, Banco Mundial y Unesco expusieron los
programas sobre educación a lo largo de la vida que han impulsado estas
entidades.
William Thorn,
analista senior de la OCDE, explicó el proyecto SkillsStrategy para
la capacitación y desarrollo de competencias y habilidades profesionales,
señalando que las habilidades se han convertido en la “moneda global del
siglo XXI”. El progreso tecnológico no se traduce en el crecimiento económico
y los países ya no pueden competir en una sociedad cada vez más basada
en el conocimiento global. Thorn dijo que Skills Strategy está
diseñada para ayudar a los países a construir mejores políticas de
capacitación y empleabilidad.
Alberto Rodríguez,
coordinador del Sector de Educación, Europa y Asia Central del Banco Mundial
expuso que la educación a lo largo de la vida responde a los retos demográficos
que presentan las sociedades con alta progresión de envejecimiento por
el que “cada vez un menor número de personas en edad laboral debe mantener
la equidad intergeneracional, como las pensiones o el sistema educativo;
por esa razón la educación a lo largo de la vida capacita a estos individuos
para ser más productivos. Así estos programas no son un lujo, sino necesidad”.
Rodríguez concluyó al respecto que “no hay mejor protección social
para una familia que un empleo”.
Alejandra López
García, de la Comisión Nacional Española de Cooperación con la Unescvo
presentó los retos y programas desarrollados por esta entidad y, sobre
todo, sus líneas de acción para el futuro, en el que destacó “la necesidad
de hacer un esfuerzo por identificar y reconocer las verdaderas prioridades
formativas de los grupos objetivos”.
El
marco europeo
La
experiencia de la política europea corrió a cargo de Fiorella Perotto,
subdirectora de la Unidad Educación y Formación en Europa 2020, de
la Comisión de Educación y Cultura de la UE. Perotto destacó que en 2020
un 35% de los trabajos requerirán altos niveles de cualificación, por
lo que “el papel de la educación y formación a lo largo de la vida deje
mejorar en su orientación para aumentar la participación de toda la sociedad”.
Los profesores
Jorge Calero de la Universidad de Barcelona, Javier Valle, de la Universidad
Autónoma de Madrid, Florentino Felgueroso, de la Universidad de Oviedo,
y José Antonio Marina, catedrático de Educación Secundaria, filósofo y
escritor, fueron los encargados de ofrecer un enfoque en perspectiva de
la situación española.
Calero, presentó
el estudio realizado por el Grupo Interdisciplinar de Política Educativa
de la Universidad de Barcelona al que pertenece, explicando los determinantes
del acceso a la formación permanente (reglada y no reglada). Puso de manifiesto
que el acceso a la formación permanente ha permanecido invariable ante
la crisis, pese a la reducción del coste de oportunidad.
José Antonio
Marina, en su intervención, cuestionó algunos de los conceptos expuestos
en anteriores bloques temáticos del simposio y significó que “antes
de establecer cuáles deben ser las competencias transversales de los individuos
debemos preguntarnos qué sociedad queremos tener para poder diseñar currículos
integrados”. Según Marina, el abandono de la escuela de forma prematura
“se está afrontando por parte de las autoridades tarde y mal, cuestionando
la oportunidad de que nuestro país esté en condiciones de hacer el salto
necesario hacia un cambio cultural”.
Políticas
públicas y oportunidades de formación
El
martes 22 de mayo contó con las aportaciones de las buenas prácticas llevadas
a cabo por países como Holanda o Dinamarca. Villy Hovard Pedersen, del
Ministerio de Educación de Dinamarca, expuso las claves de éxito de este
programa basado en la cooperación estrecha entre Gobierno y colaboradores
sociales (social partners), una amplia base de financiación que,
junto a acciones de sensibilización, ha llevado a Dinamarca a ser el país
en el que más gente participa en programas de aprendizaje permanente.
Reyes Zataraín
del Valle, directora general del Servicio de Empleo Público Estatal del
Ministerio de Empleo y Seguridad Social, adelantó que “el nuevo marco
de la Formación Continua en nuestro país está fuertemente orientado a
frenar el desempleo juvenil, que constituye uno de los principales problemas
del mercado laboral hoy en España”.
Entre los proveedores
de oportunidades de formación destacó la conferencia de Alberto Terol,
responsable de la Comisión de Educación del Círculo de Empresarios, que
aglutina la opinión y el enfoque de uno de los agentes que juegan un papel
decisivo en la formación a lo largo de la vida: el sector productivo.
Terol destacó que frente al inevitable alargamiento de la edad laboral,
los individuos deben incorporar un fuerte input de conocimiento
para ser más flexible y pluridisciplinares frente a los cambios y precisó
que “el revulsivo a la situación actual que atraviesa nuestro país debe
venir desde la educación y la responsabilidad individual, ya que vivimos
una etapa en la que vamos a encontrarnos más desamparados frente al descenso
de los niveles de protección estatal”. Terol concluyó realizando una llamada
a la cooperación entre los agentes sociales “para acortar la peligrosa
brecha que existe entre la educación y la empresa”.
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