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Madrid.
R.CALLEJA/G.ARIANES
Según
fuentes ministeriales, se va a constituir una mesa social, en la que estarán
representados sindicatos, organizaciones, asociaciones de padres y centros
de enseñanza. Además, esta mesa estará muy vinculada al Consejo Escolar
del Estado, máximo órgano consultivo de la enseñanza no universitaria.
En una primera
fase de contactos, Ángel Gabilondo presentó a los distintos grupos un
documento de bases. Mientras que en Bachillerato se analizará la estructura
y duración y su relación con la educación obligatoria, en Formación Profesional
se plantean acciones y programas que faciliten la permanencia de los alumnos
dentro del sistema educativo, además de promover una mayor relación entre
esa formación, la universidad y las empresas, vinculada con el desarrollo
local y territorial. Para lograr una mayor flexibilidad educativa, se
apuesta por un sistema que permita el reconocimiento y la acreditación
de la formación, la pluralidad de vías de acceso y una mayor permeabilidad
entre las distintas etapas y entre la educación y el mercado laboral.
Así como, se propone un compromiso colectivo para alcanzar una inversión
educativa en 2015 de un porcentaje del PIB equivalente a la de los países
europeos.
Colaboración
El
ministro de Educación ha pedido la colaboración y el esfuerzo a todos
los partidos con representación parlamentaria, agentes sociales y representantes
de padres y alumnos para alcanzar este pacto, necesario para “la estabilidad
normativa”, lo que requiere “tener la voluntad de acuerdo y un pacto con
el partido mayoritario de la oposición”. No obstante, precisa que “tenemos
que poner por delante lo que nos es común y buscar fórmulas para estar
a la altura de la voluntad de los ciudadanos”, ya que “si no somos capaces
de responder a sus demandas, entonces no mereceremos estar en los puestos
en los que estamos”.
De igual modo,
Ángel Gabilondo y Juan Vicente Herrera, presidente de
la
Junta de Castilla y León, han coincidido en la necesidad de que el pacto
se incluya en la agenda de la próxima Conferencia de Presidentes. Herrera
manifestó que su comunidad “apoya sin reserva y de forma desinteresada”
el pacto y aseguró que es fundamental darle a la educación “estabilidad
y certidumbre”, ya que es “la clave de la construcción de una sociedad
mejor”. También afirmó que la sociedad sostenible del futuro se basa en
la educación y sólo a través de ella se podrá salir de la crisis económica,
social y de valores. Por su parte, el ministro de Educación señaló que
“la educación está en el corazón de la nueva economía y sin educación
no habrá transformación social" e insistió en que el pacto educativo está
vinculado al pacto social y debe incluirse esta materia en el debate sobre
el nuevo modelo productivo.
Autonomía
Por
su parte, la Confederación Española de Centros
de Enseñanza (CECE) ha expresado su disposición a colaborar con el Ministerio
para alcanzar “un gran pacto social por la educación, que se traduzca
en respeto, libertad y ayuda, tal como lo contempla el artículo 27 de
la Constitución
Española”. También reclama que debe “dotarse a la escuela de autonomía
y garantizarse en todo el Estado la libertad de elección por parte de
las familias” y valora como necesario que “los docentes recuperen la autoridad
y prestigio que justamente les pertenecen”, además de “fortalecer el trabajo
en equipo vinculado siempre al proyecto educativo de cada centro”.
En relación
con las negociaciones, Eva Almunia ha revelado que “las expectativas son
buenas; todo el mundo tiene ganas de entrar en las cuestiones que unen
más que en las que separan, siendo conscientes de que habrá cosas en las
que no nos pondremos de acuerdo. Por lo tanto, vamos a dejarlas ahí aparcadas
y vamos a avanzar en lo que nos une”. Dentro del debate sobre el pacto,
la secretaria de Estado de Educación ha precisado que la posibilidad de
implantar una enseñanza obligatoria hasta los 18 años, mencionada por
el ministro, es una “reflexión” y que, desde su Departamento, “tienen
que pensar qué tipo de medidas” se aplican en el sistema educativo para
que en 2020-2025 un 85 o 90% de los jóvenes españoles tenga la “formación
adecuada” para incorporarse a un mercado laboral mucho más competitivo.
Vertebración
educativa
Por
otra parte, la Federación de Trabajadores de la
Enseñanza de UGT (FETE-UGT) ha elaborado un documento, presentado por
su secretario general Carlos López Cortiñas,
en el que se recogen las propuestas de esta organización para el pacto
educativo. Un pacto que, ha advertido, “sólo será posible con un acuerdo
previo de mínimos entre el PSOE y el PP, los dos partidos con capacidad
y posibilidad de gobernar”. Y también si ambas formaciones políticas “se
ponen de acuerdo en que haya una lealtad institucional entre las administraciones
que tienen capacidad de gestión en el tema de educación”, si se consigue
avanzar en los presupuestos educativos “hasta llegar a la media de la
Unión Europea” y, en definitiva, si el futuro acuerdo “lleva implícito
el compromiso de no cambiar las leyes cada vez que un partido distinto
llega al Gobierno”.
Según FETE-UGT,
el Ministerio de Educación debe llevar a cabo una “política de vertebración
educativa” en el seno de la
Conferencia Sectorial, ya que “es allí donde se deben marcar las prioridades
en la política legislativa mediante convenios con las comunidades autónomas”.
Este sindicato recuerda que “invertir en educación es invertir en futuro”
y, por ello, advierte que “es preciso garantizar la financiación pública
del sistema de enseñanza a través de mecanismos que estén por encima de
la alternancia política, y de las discusiones anuales de los Presupuestos
Generales del Estado”. En consecuencia, considera que hay que “alcanzar
un mínimo del 7% del PIB como gasto educativo público”.
Servicio
público
Este
sindicato cree que “la educación ha de ser concebida como un servicio
público, y la programación de la misma se ha de realizar tanto en la red
de centros públicos como en los privados concertados”. Reconoce que “en
nuestra sociedad están consolidadas las dos”, pero considera asimismo
que “se ha de exigir que ambas tengan las mismas responsabilidades y obligaciones
para dar ese servicio público”. Además, afirma que el futuro pacto “debe
fijar como objetivo prioritario acabar con el abandono escolar, poniendo
además en valor a la Formación Profesional al relacionarla con el modelo
productivo en un momento de crisis económica”.
Los últimos
informes confirman que el 30% de los escolares españoles abandonan el
sistema una vez finalizada la ESO. Por eso, FETE-UGT dice que “es imprescindible
implantar medidas de atención a la diversidad desde la Educación Infantil,
para prevenir las dificultades de aprendizaje tan pronto como se detecten”.
Para combatir el fracaso escolar propone la reducción de las ratios, la
“distribución homogénea, efectiva y real de todo el alumnado con necesidades
educativas entre todos los centros sostenidos con fondos públicos”; y
un aumento de las horas de tutorías y de las plantillas en los equipos
de orientación en todas las etapas. Y todo ello adoptando a la vez medidas
que potencien la FP, incluyendo las contempladas en la “hoja de ruta”
presentada conjuntamente el curso pasado por los ministerios de Educación
y de Trabajo.
Bachillerato
de tres años
Además,
esta organización reclama la “implantación generalizada” del primer ciclo
(0-3 años) de la Educación Infantil, con
“carácter educativo gratuito y con una oferta pública suficiente”. También
plantea la posibilidad de que los estudios de Bachillerato se cursen en
tres años en régimen ordinario, como en la mayoría de los países de la
UE, para “permitir que un mayor número de alumnos puedan alcanzar los
objetivos de esta etapa mediante una ordenación académica más adecuada
de estas enseñanzas”.
Finalmente,
FETE-UGT cree que las condiciones laborales y profesionales de los trabajadores
de la enseñanza han de ser “básicamente iguales” en todo el Estado. Por
ello, considera prioritario que el futuro pacto aborde también la negociación
de un Estatuto Docente, “que debe incluir necesariamente una carrera profesional
basada en la acreditación de los méritos realizados, y la consolidación
del actual sistema de jubilación voluntaria”.
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