Martín Casariego aborda el acoso escolar en su último libro La jauría y la niebla

La novela, II Premio de Novela Ciudad de Logroño, transcurre en el País Vasco y retrata escenas en las que el euskera resulta ser un conflicto

Cinco meses después de la concesión del II Premio de Novela Ciudad de Logroño a Martín Casariego por la obra La jauría y la niebla, ésta ve la luz editada por Algaida. La obra se presentó en el Centro Cultural Caja Rioja-Gran Vía, y reflexiona sobre la pérdida de la inocencia, el acoso escolar y el rechazo social, con tres protagonistas diferentes.
Madrid. A. LEGORBURU
Martín Casariego, nacido en Madrid en 1962 y perteneciente a una saga de escritores, ha publicado otras novelas como Qué te voy a contar (Premio Tigre

Juan), La hija del coronel (Premio Ateneo de Sevilla) y Por el camino de Ulectra (Premio Anaya). Su nueva novela, La jauría y la niebla, tiene como tema central el miedo, abordado desde diferentes edades. “Efectivamente, el miedo es uno de los ejes que vertebran la novela. Nunca estamos a salvo de él: si nada tenemos, la vida es aterradora; y si tenemos algo valioso, tememos perderlo. Leandro, el niño, tiene miedo, no sabe exactamente a qué (esa sensación de una cosa, una niebla, que se acerca)”, comenta Casariego.
El autor defiende que su libro no se basa en ninguna víctima concreta, y que se trata de un tema que “me preocupaba desde hace tiempo. Todos hemos tenido experiencias relacionadas con el acoso escolar. En realidad, en las aulas siempre se ha marginado al otro, al distinto, al que era más listo, más gordo... aunque quizá sin el ensañamiento, la violencia o la crueldad actuales. Hace poco supe que un ser muy querido había sufrido parte del acoso que describo en la novela, ya que, cuando entraba en clase, todos les saludaban insultándole, como a mi protagonista. Sí, siempre he querido contarlo, pero dejando que sea el lector quien saque sus propias conclusiones”, explica el autor.

24 horas idiomas

Para eso, Casariego plantea una historia que transcurre en 24 horas. Un día completo en la vida de un escritor de 68 años; de Ander, un muchacho brutalmente acosado por sus compañeros de instituto, y de su hermano pequeño, Leandro, al que acaban de contarle que no existen los Reyes Magos, mientras siente que algo, una amenaza que no comprende pero que está ahí, se cierne sobre él. 24 horas de encuentros, amenazas, juegos, violencia y dolor, mucho dolor.
El escenario tampoco es casual: un pequeño pueblo del País Vasco. Allí, como de pasada, Martín Casariego describe a una madre que abofetea a su hijo porque se despide de ella, a las puertas del colegio, en castellano. A un profesor que interroga a los alumnos sobre en qué idioma hablan en casa, y les insiste en que sólo lo hagan en euskera. A un barrendero que tiene que llevar escolta porque está amenazado, y casi nadie en el pueblo.
Ahora, Casariego insiste en lo mucho que le preocupa el tema vasco, que no es lo esencial de la novela, pero que acentúa la sensación de asfixia, porque “parece que al hablar de estas realidades te significas y que eres de derechas. Y no, pero todos sabemos que son temas de los que allí no se puede hablar con libertad. No he querido cargar las tintas, sólo describir lo que pasa. De vez en cuando es inevitable que saque la patita, pero pretendo que el lector piense y saque sus propias conclusiones”, dice
Con esta novela, Martín Casariego obtuvo el citado premio de Logroño, ante un prestigioso jurado presidido por Ana María Matute y compuesto, además, por Manuel Hidalgo, Espido Freire, Rodrigo Fresán y Fernando Iwasaki. Fue escogida por unanimidad entre los 157 originales presentados al certamen.
Se trata de un nuevo paso en la trayectoria del autor y de una vuelta a la novela para adultos tras la publicación en 2007 de la obra Por el camino de Ulectra, que fue galardonada con el IV Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil.

La novela de Casariego transcurre en 24 horas, en las que se producen encuentros, amenazas, juegos, violencia y dolor.
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