Esta sección está abierta a
todos aquellos profesores que realizan trabajos de innovación
en el aula, unidades didácticas, proyectos interdisciplinares
o que pongan en marcha nuevos métodos de aprendizaje en clase.
Los
textos, de una extensión máxima de tres folios, deben
llegar en disquete a COMUNIDAD ESCOLAR (Alcalá, 34. 6ª
planta. 28071 Madrid), o a nuestra dirección de correo
electrónico.
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Alumnos de Educación Infantil de un centro cordobés cuidan de un compañero muy especial: la coneja Luna
Podemos
decir que existe cierta reticencia a crear un rincón de la naturaleza,
dentro del aula, donde albergar una mascota. Las razones pueden ser varias,
como por ejemplo el desconocimiento en el cuidado, la dependencia que
crea a lo largo del curso en períodos vacacionales, puentes, etc.
o el trabajo que añade a la labor diaria. Lo que sí es cierto
es que, por parte de los niños, hay un entusiasmo por la adopción
de una mascota por parte del grupo.
Las experiencias que hemos vivido han sido múltiples. De ellas
podemos señalar el cuidado de gusanos de seda, hamsters, canarios,
tortugas o conejos. Todas participan de una serie de características
comunes que nos parece importante señalar. Fomentamos la responsabilidad,
el conocimiento de hábitos de comportamiento de estos animales,
su ciclo vital con especial importancia de la reproducción y la
participación activa en las tareas de cuidado, limpieza y alimentación.
Una de las experiencias más gratificantes ha sido el cuidado de
nuestra coneja “Luna”. Las mascotas, y Luna en concreto, llegan
a nuestras aulas como donación de alguna familia que “se
cansan” de tener un animalito en casa. El rostro de los niños
y niñas cuando apareció esta mascota en nuestra aula puede
describir perfectamente la intensidad de la vivencia que supone para ellos/as.
El responsable del día es el encargado de llenar el comedero, poner
agua y colaborar en la limpieza de la jaula. Hay muchos niños y
niñas que se acuerdan en casa y aparecen con una zanahoria como
regalo para nuestra mascota. Luna, nuestra coneja, pasea por el aula mientras
los niños y niñas realizan el trabajo de mesa. Camina o
corretea entre las piernas de los niños y niñas como algo
natural, en un espacio común el aula.
Respeto por el mundo animal
Existen momentos muy especiales, como el alumbramiento
de las nuevas crías, en que la expectación se hace extrema.
Primero nos anuncia el acontecimiento con la acumulación de pelo,
que se arranca, lo acumula en una zona de la jaula y poco después
habrá un movimiento bajo este pelo que es la clara evidencia de
las nuevas crías. Cada mañana hay un momento para asomarse
a la jaula y ver crecer, poco a poco, a unos gazapos que harán
las delicias de los niños y niñas dando sus primeras carreras
por el aula. Estas crías son adoptadas por las familias que están
dispuestas a cuidarlas con responsabilidad. Los niños y niñas
traen una nota escrita de casa en la que se comprometen a cuidarlas.
La fama de nuestra mascota trasciende los límites del aula y se
convierte un poco en el patrimonio de nuestro colegio. Creemos que estas
experiencias pueden desarrollar el respeto por el mundo animal. De este
respeto dependerá, en mucho, nuestro futuro. Opinamos que nuestro
sistema educativo debe pretender ser una preparación para el futuro
en el que se asegure una intensa preocupación por la supervivencia
del planeta.
Antonia
Muñoz Cáceres y María del Mar Luque Casaucao
Maestras de Educación Infantil