La necesaria actividad física

Más de la mitad de los escolares sólo hace ejercicio en
el colegio, y un 17% de los niños tiene exceso de grasa, según refleja un estudio de la UAM

Según este trabajo es fundamental prestar atención a los que constituyen los dos centros de intervención prioritaria: la actividad física y la alimentación. (Fotos: Rafael Martínez)
Más de la mitad de los adolescentes sólo hacen ejercicio en las horas de gimnasia del colegio, que en muchos centros es poco más de una hora real a la semana. Ese estilo de vida sedentaria está provocando un aumento de los niveles de grasa corporal, que son altos en el 17% de niños de entre 9 y 17 años, según un estudio realizado por profesores de la Universidad Autónoma de Madrid publicado recientemente.

Madrid.
Un estudio realizado por un equipo de profesores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), publicado por la Editorial  GRAÓ  con  el  título  “La

educación física, los estilos de vida y los adolescentes: cómo son, cómo se ven, qué saben y qué opinan” y dirigido por Juan Luis Hernández Álvarez, doctor en Ciencias de la Educación, licenciado en Educación Física y profesor de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la UAM, esboza un “panorama preocupante” de la situación física de los escolares.
El libro, de especial relevancia para la educación física y para otros agentes sociales vinculados al área de la educación y la salud, reúne los resultados más significativos de un estudio realizado sobre la población escolar española de 9 a 17 años y centrado en “el conocimiento de la condición biológica y motriz, de los hábitos de práctica de actividad física y del estilo de vida, de la representación que los sujetos se forman de sí mismos (autoconcepto, autoestima, autoeficacia general y motriz), del grado de satisfacción con las clases y con el profesorado de educación física, y de la adquisición de conocimientos teórico-conceptuales”.
En la publicación se identifican los procedimientos utilizados para la obtención de información, se describen y analizan los principales resultados obtenidos y se presenta una reflexión sobre dichos resultados, para finalizar presentando una serie de conclusiones y recomendaciones.

Situación de riesgo

Juan Luis Hernández, director del estudio, ha explicado que en el estudio se refleja que un tercio de los escolares españoles “realiza una insuficiente práctica de actividad física”, y que casi la mitad de la población escolar está en situación de riesgo de padecer sobrepeso, obesidad u otras enfermedades, como endurecimiento de las arterias o dolores musculares. La consecuencia más visible de la poca actividad física, según ha precisado Hernández, es el incremento de los índices de grasa corporal: el 17% acumula niveles “altos” y el 35% “moderadamente altos”.
Además, el 45% de los jóvenes presentan dificultades graves de flexibilidad corporal; por ejemplo, no se pueden tocar con la mano la punta de los pies sin doblar las rodillas, lo que puede desencadenar a medio plazo patologías asociadas al dolor de espalda.
El estudio, llevado a cabo con la financiación del Ministerio de Educación y la colaboración de 25 centros de Primaria y Secundaria de distintas Comunidades Autónomas, también alerta acerca del déficit grave de adaptación cardiorrespiratoria detectado, y que se manifiesta en los jóvenes que hacen algún ejercicio y su frecuencia cardiaca sube demasiado y no son capaces de reducir sus pulsaciones a un nivel normal. Este problema, según se señala en el estudio, afecta al 35% de los chicos y al 60% de las jóvenes.
La falta de actividad física, sobre todo en los jóvenes de entre 15 y 17 años, y más entre las chicas, tiene también incidencia en su autoestima, que es más alta cuando éstos practican algún deporte.

Más ejercicio en los centros escolares

El director del estudio ha alertado de que las clases de educación física son “insuficientes” -normalmente dos a la semana, que no superan los 35 minutos reales de ejercicio- y ha lamentado que “los programas institucionales contra la obesidad se estén centrando sólo en aspectos de alimentación”.
Asimismo, Hernández ha recordado que los organismos internacionales abogan por una hora diaria de clase de gimnasia, y que recientemente el Consejo de Europa ha recomendado que se haga ejercicio al menos tres días a la semana en los centros escolares.
Hernández propone a los padres que favorezcan un estilo de vida saludable, acompañando a sus hijos a instalaciones deportivas para que hagan ejercicio y haciéndolo también ellos. En este sentido, destacó que La Rioja es la comunidad incluida en el estudio donde más ejercicio hacen los padres y los hijos, y que estos escolares presentan los mejores resultados: menos porcentaje de nivel de obesidad y más capacidad de recuperación. En el otro extremo se sitúa la provincia andaluza de Granada, donde más del 60% de las niñas no hacen más ejercicio que el del colegio.
A la vista del diagnóstico de los jóvenes escolares presentado en el estudio, su director propone que, “como la única forma de asegurar la práctica de actividad física en esta población es la clase de Educación Física, se incremente el número de horas y que sea impartida por profesorado especializado”. A este respecto, Hernández Álvarez explicó que un estudio piloto realizado en un colegio de Madrid donde esta asignatura tiene una mayor presencia en el tiempo escolar permite observar unos resultados más favorables, tanto en el nivel de grasa corporal de los niños, como en su capacidad de adaptación cardiorrespiratoria al esfuerzo físico.

Conclusiones

En el capítulo final del estudio se aboga por fomentar el estudio y la investigación sobre la educación física y la salud, por parte de las administraciones competentes, en ámbitos relacionados “con el conocimiento actualizado de la población infantil y juvenil española; el conocimiento de las consecuencias físicas, psíquicas y sociales de los diferentes estilos de vida; el diseño de programas para la mejora de la condición física y la salud de la población; el conocimiento de las diferencias que, por razón de género, se den en la población, tanto en el seguimiento de los programas como en la adherencia a éstos, así como el análisis de las causas; el diseño y adecuación de espacios y materiales válidos para la promoción de formas de vida saludables, y el conocimiento del impacto a corto, medio y largo plazo de las actuaciones llevadas a cabo”.
A este respecto, en el estudio se concluye que “es fundamental prestar atención a los que, muy probablemente, constituyen los dos centros de intervención prioritaria: la actividad física y la alimentación, y tras precisar que “hasta el momento, la mayor parte de las iniciativas llevadas a cabo por las administraciones está relacionada con cuestiones tales como la educación nutricional y las consecuencias para la salud de una alimentación inadecuada”, se insiste en la necesidad de que, “además de atender a los aspectos vinculados a la nutrición, se diseñen acciones y se potencien las iniciativas orientadas a fomentar la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes que contribuyan a la adopción de estilos de vida activos y saludables a través de propiciar una mayor y más duradera práctica de actividad física en la población española”.

 

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