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Las
razones que avalan este hecho son muy diversas, entre ellas citaré las
más relevantes, desde mi punto de vista: grado de abstracción que requiere
su aprendizaje, terminología y simbología específica y rigurosa, estrategias
originales y creativas en la resolución de los problemas, conocimientos
matemáticos adecuados, forma en que se imparte, adecuación de los contenidos
al nivel evolutivo del alumno, distribución adecuada de los contenidos
en las distintas niveles educativos, número de horas semanales, etc.
Para
no complicar el debate, no introduzco ni la problemática disciplinar en
las aulas, ni el desinterés de los alumnos por aprender, ni la contracultura
que nos venden los medios de comunicación, ni la crisis de valores de
la sociedad actual, donde lo importante es tener y no ser. No digamos,
las malas relaciones existentes entre padres y profesores, que en nada
beneficia al proceso de enseñanza aprendizaje de sus hijos, así como el
desinterés de los padres por dicho proceso.
Por
todo lo anterior, y centrándonos en lo que podemos hacer los profesores
desde nuestra aula, ruego que se reflexione sobre la siguiente pregunta:
¿Es lógico que enseñemos la física y química como nos la enseñaron a nosotros,
con los mismos medios, contenidos y metodología? Parece un anacronismo,
pero es la realidad, la mayoría usamos tiza y pizarra y en raras ocasiones
algo más (las nuevas tecnologías solo están de adorno), los contenidos
poco varían de los que nos enseñaron y no digamos la metodología, que
es un fiel reflejo de la que se venía usando desde principios del siglo
pasado.
Parece
muy fuerte lo que estoy diciendo, y lo es, pero los cambios sólo se producen
cuando las personas entran en contradicción entre lo que piensan y lo
que ven.
No
pretendo decirle a nadie como debe dar sus clases, ni afirmar que hay
una fórmula mágica para resolver todos los problemas de aprendizaje de
las ciencias, en general, y de la física y química, en particular. Problemas,
por cierto, que se pueden extrapolar a las demás disciplinas, con planteamientos
similares a los realizados en los párrafos anteriores, pero que no procede
en este artículo.
Conviene recordar que la educación permite
la adaptación de las personas al entorno en el que se desenvuelven, preparándolas
para un desarrollo integral y una vida personal satisfactoria, que puedan
disfrutarla con responsabilidad. Pero más concretamente, la educación
científica contribuye a que los ciudadanos desarrollen los valores y destrezas
intelectuales necesarios para ser personas capaces de pensar por sí mismas
y afrontar la vida de forma inteligente y responsable. Por todo
ello, la ciencia tiene un papel muy importante en la sociedad. Además,
de un modo u otro, a todos nos afecta el desarrollo científico tecnológico,
ya que en palabras de Manuel Toharia, “Si entendemos mejor el mundo tecno-científico
que nos rodea somos más libres para tener opinión propia y es más difícil
que nos engañen los demás”.
Carrera
por el conocimiento
La Ciencia y la Tecnología son las auténticas
locomotoras que mueven los países. En los próximos años la carrera por
el conocimiento va a ser muy dura y los países que no estén preparados
para ello fracasarán, perdiendo la batalla del progreso, porque su independencia
científica y tecnológica será prácticamente nula. La repercusión para
los países que no inviertan en investigación, desarrollo, e innovación
(I+D+i) será que no atraerán nuevas inversiones y perderán las ya existentes.
En este
sentido, es fundamental potenciar la presencia de la ciencia y la Tecnología
en la enseñanza, incrementando la cultura científica de nuestros jóvenes
y acercando nuestros científicos a la sociedad, con el objetivo de valorar
la tarea que realizan. Debemos hacer todo lo posible para que los ciudadanos
incrementen su cultura científica, que es muy baja, como consecuencia
de la escasa importancia que le dan a la misma la mayoría de los políticos
y medios de comunicación. La escasa importancia que la mayoría de los
políticos prestan a la ciencia se refleja en el progresivo descenso de
horas lectivas de Ciencia y Tecnología en nuestro sistema educativo llevado
a cabo por los diferentes gobiernos del país. Y esa miopía política pasará
factura al país, será cuestión de tiempo.
La baja cultura científica de nuestro país lo pone de manifiesto el último Informe
PISA 2006 (el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes), que
realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), para ver el estado de la educación de los alumnos de 15 años,
de los 57 países más desarrollados del mundo, que permita comparar unas
naciones con otras y analizar su evolución relegan a España a un mediocre
puesto 31 en conocimiento científico, y se mantiene en el mismo nivel
que hace tres años, pero por debajo de la media de la OCDE. El buen rendimiento
en ciencias de los alumnos de los países bálticos se debe a una larga
tradición en educación científica, y a que esos países dan más importancia
a las disciplinas científicas, estableciéndolas como obligatorias para
todos los alumnos hasta el final de la secundaria, y a las que también
se les dedica muchas horas y recursos para trabajarlas bien.
Además,
el número de licenciados en la mayoría de las universidades europeas,
incluida la española, sigue decreciendo, pese a que aumenta la población,
lo que a la larga generará problemas en dichos países. Pero lo realmente
paradójico es que por un lado sea difícil ser investigador y por otro
falten investigadores. En España no generamos el número de investigadores
que necesitamos (precisamos más de 50.000 investigadores hasta 2010).
Propuestas
concretas
Todos estos argumentos han motivado que algunos profesores no nos hayamos quedado
en el lamento y hayamos pasado a la acción, con propuestas concretas que
contribuyen, en mayor o menor grado, a erradicar esta lamentable situación
de incultura científica existente en nuestro país.
En este sentido, a lo largo de mi dilatada
carrera profesional (28 años), como docente, siempre pude comprobar que
los alumnos disfrutaban enormemente cuando veían una relación directa
entre los conceptos abstractos de la física y los fenómenos de la vida
cotidiana, pudiéndose explicar estos últimos con los primeros. Por todo
ello, poco a poco, fui recopilando abundante información sobre la explicación
de numerosos fenómenos cotidianos, así como una gran cantidad de curiosidades
científicas, que me ha permitido la elaboración del presente libro “Fisiquotidianía,
la física de la vida cotidiana”, nacido del aula y para el aula, tanto
de un centro educativo, como para el aula de la vida. Por otra parte, la Ciencia ha evolucionado a lo largo de la historia porque
los científicos siempre se han preguntado el porqué de las cosas y ésto
les ha llevado a la realización de experiencias para contrastar sus hipótesis,
con el consiguiente beneficio para la humanidad.
Por todo ello, siendo consciente de que no hay una manera perfecta
de enseñar ciencia, decidí escribir “Fisiquotidianía, la física
de la vida cotidiana”, porque podía ser una gran ayuda para los profesores
de ciencias y para cualquier ciudadano que quisiera adquirir una cultura
científica, de una forma amena y divertida, y porque este libro invita
e incita a preguntarse el porqué de los fenómenos cotidianos que nos rodean,
despertando quizá el espíritu científico que casi todos llevamos dentro, ya que como afirmaba William
Shakespeare: “Sabemos lo que somos, pero ignoramos lo que podemos ser”.
Una de las características principales
del libro es su versatilidad, pudiéndose adaptar a cualquier nivel educativo,
desde educación infantil hasta la universidad, adecuando la profundización
de las respuestas a las preguntas planteadas, ya que aunque el
carácter del libro es propedéutico, no por ello, carece de rigor. El libro
está redactado de forma amena, con un vocabulario sencillo, exento de
fórmulas y comprensible para la mayoría de los ciudadanos. Por eso, va
dirigido a personas de cualquier edad y con cualquier tipo de formación
académica y puede ser de gran ayuda a los profesores de ciencias como
material curricular, para hacer más atractiva la asignatura.
Objetivos
Los principales objetivos que persigue
este libro son los siguientes:
* Mostrar que la Física es una disciplina
encaminada a conocer y entender la naturaleza, en beneficio de toda la
sociedad.
* Poner de manifiesto que la Física está
estrechamente relacionada con otras ramas del saber, permitiendo el avance
de la tecnología, y, consecuentemente, el progreso de la humanidad.
* Evidenciar que la Física se construye
a partir de la experimentación, razonamiento crítico e imaginación creativa.
* Estimular la creatividad y pensamiento
reflexivo.
* Romper
con el tópico del carácter abstracto y aburrido de la física, ofreciendo
los aspectos más divertidos, curiosos y creativos de la misma.
* Cubrir parte
de las lagunas existentes en el mercado editorial para transmitir la física
de una forma diferente y lograr atraer a la gente que la rechaza por su
forma tradicional de exponerse.
* Fomentar
la afición por la ciencia recreativa y divulgativa en personas de cualquier
edad.
* Ayudar a los profesores de ciencias,
especialmente de Física, tanto de Enseñanza Primaria, Secundaria, e incluso
Universitaria, ya que aunque el carácter del libro es propedéutico, no
por ello, carece de rigor. El libro sirve como material curricular,
para hacer más atractiva la física.
* Contribuir a la difusión de la Ciencia
y que sirva de caldo de cultivo para fomentar nuevas vocaciones científicas,
que den lugar a nuevos investigadores, que tanto necesita nuestro país.
Invitar e incitar a preguntarse el porqué de los fenómenos cotidianos que nos
rodean.
Disfrutar
aprendiendo
Si alguien piensa que la ciencia es aburrida
y monótona, comete un gran error. Por el contrario, tal y como
he tratado poner de manifiesto en la presente obra, la ciencia la ciencia
permite disfrutar y divertirse aprendiendo, desarrollar la imaginación
y la creatividad; y nos proporciona conocimientos y estrategias útiles
para nuestra vida cotidiana.
Preguntas tales como: ¿Por qué somos más
altos por las mañanas que por las noches? ¿Por qué se debe colocar el
hielo encima de los refrescos? ¿Por qué los animales herbívoros tienen
los ojos en los laterales de la cabeza y los carnívoros delante de la
misma? ¿Por qué las enredaderas trepan de derecha a izquierda, en el hemisferio
norte? ¿Por qué los pájaros no caen de las ramas del árbol cuando duermen?
¿Por qué se oye el mar en una caracola? ¿Por qué es más fácil batir récords
de atletismo en Madrid que en Moscú? ¿Por qué algunas personas pueden
caminar sobre el fuego la noche de San Juan sin quemarse? ¿Por qué algunos
animales ven en blanco y negro? ¿Por qué los habitantes de los Andes son
tan bajos y tienen el tórax tan grande? ¿Por qué las personas de raza negra tienen el pelo rizado? ¿Por qué los
perros no sudan? ¿Por qué el cielo es azul?...... y tantas otras preguntas
y curiosidades científicas, tienen su respuesta en el presente libro.
La evolución
de “Fisiquotidianía (La física de la vida cotidiana)”,
desde su aparición a mediados de 2005 ha sido francamente positiva y las
expectativas despertadas han resultado ser muy superiores a las esperadas,
como lo indica el siguiente resumen del historial del mismo:
La primera
edición, editada en junio de 2005 por la Academia de Ciencias de la Región
de Murcia, fue subvencionada por la Fundación Séneca, de la Dirección
General de Universidades y Política Científica, de la Consejería
de Educación y Cultura de la C.
A. de la R. de Murcia, y distribuida gratuitamente a todos los institutos de la región, pero
ante el éxito, nos vimos obligados a realizar la segunda reedición, en
octubre 2005, no subvencionada.
Agotada
la primera edición, y tras continuar la demanda por parte de los lectores,
la Academia de Ciencias de la
Región de Murcia publicó
la segunda edición, en enero de 2007, con 71 páginas más, incorporando
nuevas preguntas y curiosidades.
Lo más emotivo de esta experiencia ha sido
conseguir que tanto padres e hijos, jóvenes y mayores disfrutaran haciendo
ciencia, analizando sus preguntas y curiosidades, y comprobando los experimentos
de ciencia recreativa del libro, según he podido constatar en las numerosas
charlas impartidas en este período.
Fisiquotidianía
contiene 337 preguntas, más de 356 curiosidades y anécdotas, 71 lecturas
complementarias, 13 consejos ecológicos y 13 experimentos de física recreativa.
Para mayor información:
Mi web www.disfrutalaciencia.es.
Mi blog http://disfrutalaciencia2.onoblogs.com.
Mi blog secundario http://perso.wanadoo.es/rdelalquimista.
Los blogs http://lacomunidad.elpais.com/yelqtls/posts.
http://www.lacoctelera.com/yaestaellistoquetodolosabe.
http://cat.bloctum.com/el7ciencies/category/fisiquotidiania (en catalán).
Espero
que el esfuerzo que ha supuesto la elaboración de este libro, fruto de
muchos años de docencia, surta los efectos deseados y logre interesar
a los ciudadanos que ya tenían esa inquietud por conocer la ciencia de
la vida cotidiana, y despertar el interés de aquellos que aún no la sentían.
Quiero concluir esta introducción con la
idea de que un país que invierte en Ciencia y Tecnología está realizando
una auténtica apuesta de futuro, por eso este libro pretende difundir
la ciencia para fomentar nuevas vocaciones científicas, de las que nuestro
país es tan deficitario. Les invito a leerlo, con la absoluta garantía
de que disfrutará con su lectura y con la esperanza de que acabe despertando
el espíritu científico de alguno de los lectores, ya que como dijo Miguel
de Unamuno: “Nos debe importar poco lo que somos, lo realmente importante
es lo que queremos ser”.
Cayetano
Gutiérrez Pérez
Catedrático de Física y Química y autor del libro “Fisiquotidianía,
la física de la vida cotidiana”.
NOTA: Para contactar con el autor pueden dirigirse al e-mail
disfrutalaciencia@ono.com.
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