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Madrid.
R.C.
Con la puesta
en marcha de estos debates, en los que participarán reconocidos especialistas,
la FAD, en colaboración con la agencia Servimedia, pretende promover una
reflexión crítica y en profundidad sobre aspectos de la realidad social
que contextualizar y condicionan los consumos de drogas y otras conductas
de riesgo social.
Durante este
primer debate, José Antonio Marina afirmó que “la educación está en crisis
y siempre lo ha estado”, por lo que considera necesario cambiar el discurso
educativo y tomar una dinámica más optimista. No obstante, reconoció que
desconfía de los políticos, porque “nunca se pondrán de acuerdo para llegar
a un pacto educativo”.
En su opinión,
nos encontramos en una sociedad muy conflictiva, por lo que tanto en el
ámbito educativo, como en otros, “necesitamos la unión política”, pero
matizó que “ahora todos los temas se han politizado”, incluyendo la educación.
“Educación
es todo”
Para
Marina uno de los problemas de la educación actual parte del concepto
erróneo que la sociedad tiene de la palabra educación y, a su juicio,
“educación es todo”, aunque no siempre tiene un sentido positivo, “todas
las conductas y los comportamientos están impregnados de educación, pero
no siempre son correctos y esto también se transmite a nuestros hijos
o alumnos”. Según este filósofo, la educación es un sistema que forma
parte de una red de colaboraciones donde todas las instancias sociales
deben ser conscientes de que están educando y deben implicarse positivamente”.
Familia y escuela
deben mantener una relación coordinada, ya que, en su opinión, “el trabajo
conjunto de padres y profesores aumenta las probabilidades de educar bien
y más aún si, además, se es un buen padre o un buen docente”. Aunque considera
que “los padres están desinformados sobre cómo educar”, este problema
se subsanaría si la escuela les ofreciese los recursos para que aprendan
a educar.
Autoridad
y disciplina
Durante
su intervención, José Antonio Marina manifestó su preocupación por la
pérdida de autoridad y disciplina en las aulas, que cree imprescindible
recuperar. También dijo que la educación ocupa un lugar muy poco importante
entre las preocupaciones de los ciudadanos, “porque no nos damos cuenta
de que muchos problemas como la violencia o el consumo de drogas tienen
una posible solución desde el punto de vista educativo”, y advirtió que
modificar los hábitos de una sociedad es muy complicado y conlleva mucho
tiempo. “Para enfrentarse a las drogas, la educación juega un papel muy
importante y debemos preparar a los jóvenes para que aprendan a afrontar
este problema”, aseguró.
Para este escritor,
nuestro sistema escolar está desfasado, porque está pensado para una sociedad
poco cambiante y homogénea, pero cada uno de nosotros puede contribuir
a cambiar la situación, sólo debemos reflexionar y preguntarnos “¿y yo
qué puedo hacer?”.
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