|
|
Los
maestros de lengua extranjera debemos estar en “primera línea de batalla”
para hacer llegar los idiomas a nuestros alumnos. Pero ciertamente, y
es fácilmente comprobable, impartir las horas que la programación determina
de lengua extranjera para cada curso es, a todas luces, insuficiente.
Es
por eso que en este pasado curso se llevaron a cabo, con forma de grupo
de trabajo, una serie de actividades encaminadas a que el resto de profesores
pusieran en práctica en sus horas lectivas, recursos, herramientas e información
en inglés y, en menor medida, francés, para introducir cuestiones pertenecientes
a otras materias o simplemente para dar instrucciones, órdenes o explicaciones
en general sobre cualquier otro tema.
En
principio, los profesores participantes llevaron a cabo un examen, que
sirvió para calibrar su nivel en los idiomas francés e inglés y cuyos
resultados fueron comentados en subsiguientes sesiones y sirvieron para
orientar el método a seguir en el curso y las actividades a realizar.
A
su vez, en las diferentes aulas colgamos posters con mensajes para los
alumnos en inglés y francés sobre lo que se debía hacer o no hacer en
clase, con su correspondiente dibujo (don´t fight, pas parler avec
les copains, etc).
También
se pegaron en las puertas de las dependencias del centro carteles indicadores
y señales con el nombre de éstas en inglés y un plano del colegio, que
se repartió a cada tutor con las mencionadas dependencias en ese idioma.
Por
último, y ya como actividad escolar, elegimos entre varias canciones en
lengua inglesa Yesterday, de The Beatles, que un grupo de alumnos
de buena pronunciación interpretarían en la fiesta de fin de curso bajo
mi supervisión.
En
ningún momento se determinó que se realizara en forma de clase magistral
por mi parte, sino más bien una puesta en común de ideas, experiencias,
opiniones de los componentes, bajo mi moderación y de ahí extraer colectivamente
lo más interesante o las directrices que más tarde pudieran guiar las
actividades en el aula.
En
otras ocasiones aprovechamos para visitar diversas páginas web en Internet
relacionadas con la educación, en habla inglesa, francesa o italiana,
con la particularidad de que yo no decía ninguna, eran los participantes
los que tenían que ingeniárselas para encontrarlas. De esta forma se familiarizaron
con esta importante herramienta, muy desconocida aún para algunos docentes,
y se sentaron las bases para que se utilizara en clase con sus alumnos.
El
grado de implicación de los componentes del grupo fue, en general, muy
alto y, sorpresivamente, interesó mucho a maestros veteranos, incluso
alguno que está ya pronto a jubilarse. Evidentemente, el horario elegido
no es el más idóneo para este tipo de actividades pero tampoco había mucho
donde elegir. No obstante a la mayoría no les importaría repetir y quedaron
satisfechos del resultado.
Detección
de necesidades de formación
Es
evidente que en un centro se funden diversos conceptos sobre lo que es
el proceso de enseñanza y aprendizaje, que se ve reflejado especialmente
en las ideas y actuaciones de profesores veteranos por un lado y jóvenes
por otro. Por supuesto, los primeros se ven más reacios a aplicar iniciativas
en el campo de las lenguas extranjeras, esencialmente por su falta de
preparación y en ocasiones por miedo o desgana a enfrentarse a nuevos
retos.
Este
colegio presentó en el pasado un proyecto a la delegación para convertirse
en centro bilingüe, que finalmente fue rechazado porque se detectó una
falta de continuidad para los alumnos, en materia de idiomas extranjeros
por parte del instituto de la localidad. Creo que es responsabilidad de
las autoridades educativas poner los medios pertinentes para suplir estas
carencias de formación, tanto en primaria como en secundaria, para que
proyectos importantes e innovadores como este no caigan en el olvido.
Respecto
al grado de consecución de objetivos, cabe decir que ha sido satisfactorio, ya que se
ha conseguido concienciar al profesado asistente, incluido el más veterano,
de la importancia que tiene una educación plurilingüe en el contexto actual
de enseñanza, que se nutre de contactos en multitud de campos, con países
del ámbito europeo, siguiendo las directivas del Marco de Referencia Europeo
desarrollado por el Consejo de Europa, como eje de su política para la
cooperación cultural de sus miembros. En otras palabras, se pretende abrir
la educación y la formación a un mundo más amplio y de paso, promover
el uso de nuevas tecnologías, como ordenadores, Internet. dvd, etc.
Este
objetivo incluye, por una parte, la construcción del espacio europeo de
educación y formación mediante la movilidad y la enseñanza de las lenguas
extranjeras y, por otra, el refuerzo de los vínculos con el mundo del
trabajo, la investigación y la sociedad civil en su conjunto.
A
título personal, como coordinador, estoy satisfecho, pero pienso que se
podría haber hecho más, primero por la falta de tiempo de que se dispone
para las reuniones, segundo por la diferencia de criterio sobre la concepción
sobre el uso de lenguas extranjeras que tienen algunos maestros y padres
de los alumnos, que hace complicado poner en marcha iniciativas relacionadas
con el bilingüismo. Por otra parte, debo indicar que la dotación económica
del CEP ha sido un tanto escasa con lo que los materiales han quedado
reducidos a posters, fotocopias, cartulinas, un radio-CD y poco más.
Solamente
me gustaría mencionar la falta de medios materiales para llevar a cabo
actividades, así como la escasa dotación económica para la realización
de las actividades previstas, ya que echamos en falta libros, diccionarios,
manuales, cuentos, CD-Rom interactivos, música, películas, proyectores
o reproductores de DVD que hubieran servido para acercar más el mundo
de los idiomas a los maestros y a sus alumnos.
Asimismo,
sería interesante que el CEP o la delegación dieran más asesoramiento
desde el principio a los grupos de trabajo que se inician, debido a que
somos ajenos a muchos recursos disponibles.
Luis
Ramírez Miranda
Profesor del CEIP “Menéndez Pelayo” de Benamejí (Córdoba)
|
|