|
|
La
promoción de la salud es un proceso coherente con la definición de salud
dada por la Organización Mundial de la Salud en 1948 que la considera”un
método de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de enfermedad o dolencia”. Con este enfoque, la salud pasa
a ser un recurso para la vida diaria, y no el objetivo de la vida. La
aceptación de la estrecha relación existente entre la salud, las condiciones
sociales y económicas, el entorno físico y los estilos de vida, permite
un comprensión holística de la salud que, en el ámbito educativo, LOGSE,
LOCE y LOE ya han reconocido.
Con este referencia,
las personas que acuden a un Centro de Adultos como una etapa de su aprendizaje
a lo largo de la vida, encuentran el tema transversal de la salud en todos
los niveles y campos del conocimiento en los que desean adquirir nuevas
capacidades. De esta manera, por ejemplo, en el Campo de la Naturaleza
se desarrolla el tema de la salud utilizando una orientación CTS que le
aporta una perspectiva axiológica.
Aceptado por
el profesorado del Centro Público de Educación de Personas Adultas “Concepción
Arenal” que la educación es un instrumento para la promoción de la salud,
nos planteamos la realización de una intervención de dinamización social
para el desarrollo comunitario, orientada a concienciar a nuestro alumnado
específico, y a la población zaragozana de nuestra área de influencia
en las proximidades del centro, de la importancia de la donación de sangre
y de la vital necesidad que de ella tienen las personas en momentos puntuales
de su vida. Con ello buscamos despertar la responsabilidad social y el
empoderamiento para la salud de la comunidad; esto es, que los individuos
actúen colectivamente con el fin de lograr una mayor influencia sobre
los determinantes de la salud y la calidad de vida de su comunidad
Comienzos
Es
durante el curso 2003/04 cuando, desde el Campo de la Naturaleza nos
dirigimos a la Hermandad de Donantes de Sangre de Aragón exponiéndoles
nuestra sensibilidad por el tema de la donación de sangre y nuestra disposición
a colaborar con ellos desde las actividades de promoción de la salud que
pudieran realizarse en nuestro centro educativo.
Encontramos
una favorable acogida que se evidenció con dos actuaciones: la colocación
de unos carteles en el interior del Centro que, de manera permanente,
intentan sensibilizar y animar a la donación de sangre; y la organización
de unas charlas motivadoras a nuestro alumnado sobre el tema. El éxito
dinamizador de Alfredo Gaudes, médico vinculado a la Asociación de Donantes,
fue evidente cuando más de 40 personas hicieron pública su voluntad de
participar en una futura donación que se realizase en el Centro, tras
comprender la importancia, sencillez y seguridad del proceso extractivo.
Organizada
la extracción para una fecha unos dos meses posterior a la charla-coloquio
(que fue acompañada de una pequeña campaña publicitaria en las tiendas
y mercado del entorno del centro), los resultados fueron mucho más pobres
que las expectativas planteadas. No se consiguieron más de una docena
de donaciones, en jornada de mañana y tarde y, de ellas, varias correspondieron
a personas no vinculadas al Centro pero atraídas por la propaganda exterior.
Problemas
para afianzar la actividad
En
el curso 2004/05 creamos entre el profesorado un grupo estable que se
planteó la mejora de los resultados obtenidos el curso anterior. En el
claustro acordamos que se realizara una extracción por curso e incluir
la actividad en la semana cultural, durante el mes de mayo, y acercar
las fechas entre la charla y la extracción, de forma que fueran en días
sucesivos.
A pesar de
la planificación efectuada, no se obtuvieron mejores resultados respecto
al número de donaciones. Incluso tuvimos dificultades nuevas en la campaña
exterior de propaganda entre los comercios y establecimientos próximos
al centro: un Centro de Salud cercano no nos permitió colocar en sus espacios
de información general los carteles que Donantes de Sangre de Aragón nos
había proporcionado.
La insatisfacción
por los resultados obtenidos trasciende el ámbito de los voluntariamente
implicados en dinamizar la actividad y llega al número 9 de la revista
“Sin edad” correspondiente al mes de junio de 2005, utilizada también
como plataforma de difusión de las razones que nos mueven a ser donantes
y de los requisitos para hacerlo libre y altruistamente, mediante un artículo
que plantea que la solidaridad es un valor que va más allá de lo que es
aprobar una asignatura o un examen.
Nuevas
vías para mejorar los resultados
A
pesar de todo, tenemos conciencia de que la tarea de promocionar la necesidad
de la donación de sangre entre el alumnado de nuestro Centro es para largo
plazo y volvemos nuevamente a plantear nuevas vías para mejorar los resultados
anteriores.
En el curso
2005/06 hemos cambiado la fecha de la donación, se realizó en marzo de
manera que la sangre recogida pueda utilizarse en Semana Santa, momento
en el que los accidentes de tráfico desgraciadamente se incrementan en
esas fechas vacacionales y de desplazamiento masivo de los españoles.
Pedimos ayuda
al Gobierno de Aragón, donde encontramos la comprensión y la absoluta
disponibilidad del Coordinador Autonómico de Transplantes, quien nos ofreció
su experiencia y capacidad para explicarnos las maravillosas posibilidades
que la donación abre en nuestras vidas puesto que disponemos en nuestro
país de la mejor organización de transplantes del mundo. Además, nos hizo
ver que el donante y su entorno familiar pueden gozar con la acción de
donar no menos que el transplantado, cuando saben que su ser querido todavía,
en cierta forma, se encuentra vivo y realizando la importante tarea de
dar vida. Eso sí, para poder realizar ese transplante hace falta una sangre
que alguien debe donar. Ésta es una condición previa imprescindible.
Los resultados
conseguidos con este planteamiento han mejorado en comparación con los
años anteriores, aunque no en el número de donaciones. Por primera vez,
una clase, de forma mayoritaria, quiso acudir al salón de actos a donar
sangre, pero los condicionantes de salud propios de la edad del alumnado
de un Centro de Adultos impiden, a veces, que esa voluntad se pueda concretar
en una donación efectiva. Hubo un apreciable aumento de la voluntad de
donar, que es lo importante. No obstante, aulas con un mayor número de
alumnos con edad inferior a los 50 años no participaron en la actividad.
Como buenos
corredores de fondo, tenemos asumido que nuestra labor de promoción de
la salud en nuestro ámbito educativo no está acabada y que el próximo
curso debemos buscar enfoques, desde una perspectiva de investigación-acción,
que nos permitan obtener mejores resultados que los obtenidos hasta ahora.
Lo que sí sabemos es que hemos conseguido afianzar nuestra labor de empoderamiento
para la salud en nuestra comunidad.
Javier
Diego de Arriba
Profesor del Campo de la Naturaleza en el Centro Público
de Educación de Personas Adultas "Concepción Arenal" de Zaragoza
natudecarenal@yahoo.es
|
|