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ministra
y de la presidenta de CYD, participaron en el acto de presentación del
citado informe la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández
de la Vega; el ministro de Industria, José Montilla; Javier Monzón, presidente
de Indra y miembro del patronato de la Fundación CYD, y el rector de la
Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo, en representación de
la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).
La
Fundación CYD nació en diciembre de 2002 con la voluntad de analizar y
promover la contribución de las universidades españolas al desarrollo
económico y social del país, impulsar el carácter emprendedor de la sociedad
española y ampliar los vínculos entre la universidad y la empresa.
Papel
relevante de la Universidad
La
presidenta de la Fundación CYD, Ana Patricia Botín, resaltó en su intervención
que “la sociedad y la economía españolas han experimentado, en las últimas
décadas, un intenso y favorable proceso de modernización y crecimiento,
en el que la Universidad ha desempeñado un papel clave e igualmente positivo”,
y afirmó que “el reconocimiento expreso de la relevancia que tiene la
Universidad en nuestro presente y para nuestro futuro, así como la necesidad
de su decisiva contribución al desarrollo económico, son la base de la
creación de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, impulsada por 16 empresas
líderes en sus respectivos sectores”.
En
el informe de la Fundación CYD se resalta el impacto económico de la Universidad
española, y se precisa al respecto que el gasto (público y privado) en
el sistema de educación superior en España supone el 1,2 del PIB, y el
impacto de la Universidad en la economía española se sitúa en el 0,7%
del VAB y en el 0,7% del empleo (uno de cada 148 trabajadores activos
desempeña su labor en la Universidad), si bien “el gasto por alumno equivale
al 71% de la media de la Unión Europea (UE)”.
Actividad
de la Universidad en I+D
Uno
de los datos más relevantes incluidos en el informe hace referencia a
que la Universidad española genera más del 30% de la actividad de Investigación
y Desarrollo (I+D), y se precisa al respecto que “los gastos del sistema
universitario español en el año 2001 alcanzaron casi los 2.000 millones
de euros, cantidad que representa el 30,9% del total del gasto de I+D
en España en dicho año, porcentaje que supera ampliamente a los correspondientes
a la UE y a la OCDE”.
En
los años 2001 y 2002, la Universidad creó 116 empresas, fruto de su actividad
investigadora, y ha publicado más del 60% de los artículos científicos.
Sin embargo, la relación entre la Universidad y el mundo empresarial,
según el informe, no es intensa, ya que en el año 2003 dos de cada tres
empresas (exactamente el 66%) no tuvieron relación con las universidades,
y aunque el 84% de las empresas opina que “la Universidad debería desempeñar
el papel motor en el desarrollo económico”, una de cada tres empresas
no considera que la Universidad desempeñe esa función.
Cuatro
millones de titulados superiores
La
Universidad española acoge cada curso, en los últimos años, a un millón
y medio de alumnos; la tasa de alumnado superior supera el 20% (uno de
cada cinco españoles entra en la Universidad) y en España hay, actualmente,
más de 4 millones de titulados universitarios en edad laboral, lo que
supone un 20% de la población activa española, pero un 30% de esos titulados
desempeñan trabajos que no requieren la cualificación que poseen. Un dato
relevante al respecto es que la tasa de paro de titulados superiores se
sitúa en el 9,8%, frente al 13% de la tasa de paro general existente en
nuestro país.
En el
informe se recomienda la reforma y regulación de las titulaciones universitarias
y su adaptación al sistema común europeo en el marco del Espacio Europeo
de la Educación Superior.
En el acto
de presentación del informe, la vicepresidenta primera del Gobierno, Maria
Teresa Fernández de la Vega, anuncio la puesta en marcha de una iniciativa,
bajo la denominación “Estrategia 2010”, para alcanzar los niveles científicos
requeridos para I+D en la Cumbre de Lisboa, y se comprometió “a mejorar
los presupuestos científicos para 2005 en los trámites parlamentarios”,
reiterando la “prioridad” que el Gobierno concede al desarrollo de la
ciencia.
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