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Madrid.
La Asociación
de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE) ha organizado recientemente
en Madrid el “VII Congreso Mundial de Educación”, que se ha centrado en
el tema de “La Excelencia Educativa”. Además, se ha abierto por primera
vez en nuestro país un debate internacional sobre los “Sistemas de Calidad
Homologados” que están funcionando en Irlanda, Reino Unido, Francia, Portugal,
Argentina, Brasil, Chile, Perú, Bolivia y, lógicamente, España, en el
que han participado sus propios responsables y expertos en gestión de
calidad educativa y empresarial, lo que ha permitido contrastar los resultados
en los distintos programas de calidad de los citados países, con realidades
socioeconómicas, educativas y culturales de índoles muy diferentes.
Todos ellos
han coincidido en unas conclusiones, en las que afirman que “los responsables
políticos deben promover la competencia en plano de igualdad de las tres
redes educativas (pública, concertada y privada), porque esta competencia
es un factor decisivo para la mejora permanente del sistema escolar”.
Para ello, creen que hay que desarrollar “fórmulas de financiación a las
familias alternativas al concierto, que permitan a todos los padres escoger
el centro que desean para la educación de sus hijos”
Según dichas
conclusiones, con una libre competencia “los colegios se verán obligados
a competir entre sí ofreciendo una enseñanza de calidad para atraer a
sus alumnos, tal y como ocurre en el resto de los sectores de una economía
de mercado no intervenida estatalmente”. Sin embargo, ACADE ha vuelto
a denunciar durante este encuentro que, actualmente, “las escuelas privadas
no confesionales se encuentran discriminadas en relación con las públicas
y las concertadas, lo que está creando una competencia desleal que perjudica
a la enseñanza privada no subvencionada y a las familias que optan por
estos centros”.
Más
autonomía
ACADE
ha abogado durante este Congreso por una mayor optatividad en los últimos
cursos de Secundaria, “que permita a los centros adaptarse a la realidad
social de sus alumnos”, y ha reclamado más autonomía para los colegios
que no están sostenidos con presupuestos públicos. Ha defendido la “idéntica
participación del profesorado de la enseñanza privada, con relación a
la pública y la concertada, en el diseño y la formación de cualquier prueba
que deban realizar sus alumnos”, así como el “carácter educativo” del
tramo 0-6 años, “una fase fundamental para potenciar el máximo desarrollo
de las capacidades futuras del niño”.
Por último,
la patronal de los colegios no subvencionados ha aprovechado este Congreso
para volver a pedir “un debate efectivo que busque el consenso entre toda
la comunidad educativa, y mantenga la educación “al margen de los vaivenes
políticos”. Un Congreso en cuya organización han participado igualmente
confederaciones educativas de ámbito europeo (CADEICE), iberoamericano
(FAEPLA) y mundial (COMEP), integradas por más de 200 organizaciones de
la enseñanza privada, que representan a más de 75.000 centros educativos
en los que cada año estudian más de 28 millones de alumnos.
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