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Madrid.
MARGARITA
GIRON
Cuando
el hombre de la prehistoria elevó la primera losa para armarla sobre dos
piedras verticales y formar así un dolmen, inició su carrera arquitectónica.
Hacer un recorrido histórico por las diferentes soluciones aportadas para
resolver las principales dificultades que se presentan a la hora de construir
edificios, es el objetivo del proyecto “Arcos”, una iniciativa pedagógica
que ha obtenido el Premio Nacional 2001 a la Innovación Educativa.
El
colegio público Pancho Cossío en el que se desarrolla la experiencia,
está situado en Sierrapando, una zona periférica de la ciudad de Torrelavega
(Cantabria). Atiende a una población escolar con alto índice de fracaso
y baja motivación por los currículos académicos.
“Arcos”
es un proyecto interdisciplinar, fundamentalmente en las áreas de Geografía
e Historia, Lengua y Literatura, Educación Plástica y Visual, y Tecnología,
en el que el alumnado realiza múltiples actividades de aula. Todas ellas
incluidas en la programación general del centro.
Exposición permanente
Ha
sido, precisamente en horario de Educación Artística y Tecnológica cuando
los alumnos de 1º y 2º de ESO han realizado seis arcos y sus bóvedas correspondientes,
que posteriormente han sido instalados en un pasillo del colegio. En cada
arco y en cada bóveda se ha utilizado una técnica artística diferente
(madera contrachapada, yesería, polietileno, marquetería etc) con la finalidad
de que los alumnos experimentasen en diferentes procedimientos artísticos.
A
su vez, la instalación de los arcos ha permitido experimentar diversos
trabajos de albañilería, carpintería y electricidad incluidos en la educación
tecnológica del currículo escolar.
Los
seis estilos arquitectónicos presentes en este proyecto abarcan un periodo
de tiempo que comprende desde la Prehistoria hasta la llegada del Renacimiento,
alcanzando su punto álgido con el gótico. Además, en las paredes del colegio
cuelgan cuadros de monumentos de Cantabria con su nombre y estilo: Capilla
Neoclásica de las Fraguas (Grecia), Julióbriga (Roma), Iglesia de San
Román del Moroso (Árabe), Colegiata de Cervatos (Románico), Iglesia de
Santa María de Castro Urdiales (Gótico).
A
lo largo de toda la escolaridad, los alumnos del colegio Pancho Cossío
pasarán una y otra vez bajo los arcos y bóvedas instalados en el pasillo:
dolmen, arquitectura arquitrabada, arco de medio punto, arco de herradura
y arco ojival. El objetivo es que esta estructura tan simple y a la vez
llamativa quede grabada en su mente y constituyan las estanterías donde
organicen y amplíen muchos de los contenidos del programa escolar.
“Aprender haciendo”
La
mayoría de las actividades propuestas son realizadas por todos los alumnos
y alumnas de forma individual y en equipo, aplicando una metodología eminentemente
activa, basada en el “aprender haciendo”.
Por
otro lado, los contenidos del proyecto tienen unas connotaciones propias,
como la de dar valor a los monumentos de Cantabria, inculcando actitudes
de respeto hacia ellos. Es a la vez un proyecto europeísta, porque no
se pueden entender las culturas clásicas, árabes, románicas y góticas
sin comprender la influencia de los respectivos pueblos y civilizaciones.
Por
último, el proyecto considera indispensable acompañar estas actuaciones
de una serie de excursiones didácticas para conocer in situ aquellos lugares
y monumentos a los que se hace referencias sobre los que se trabaja. Por
eso llevan a cabo al menos una salida por trimestre, siempre teniendo
en cuenta el presupuesto económico del centro.
También
hay que señalar que son muchos los colegios públicos y privados de la
zona que utilizan las instalaciones, maquetas y recursos creados en el
colegio Pancho Cossío para una mejor comprensión de los contenidos escolares.
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