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Madrid.
Entre un
5 y un 10% de los niños en edad escolar son hiperactivos, trastorno
que debe ser detectado y diagnosticado a tiempo y cuyo tratamiento requiere
de la colaboración de padres y docentes, apoyados por psicólogos
y pedagogos. Estas recomendaciones aparecen en la "Guía Básica
sobre Hiperactividad", un estudio sobre el Déficit de Atención
con Hiperactividad (DAH) encargado por el Defensor del Menor en la Comunidad
de Madrid, Pedro Núñez Morgades, y elaborado por especialistas
del centro de Psicología Quiral, según informa Efe.
La publicación
esta basada en la incidencia de este déficit de comportamiento
en los escolares de la Comunidad de Madrid y pretende servir de ayuda
a padres y profesores, al objeto de que sepan detectar a tiempo este problema,
así como la forma en que debe ser tratado adecuadamente.
Uno de los
objetivos de la guía es demostrar que los niños hiperactivos
no son "malos" o "rebeldes", sino que sufren el denominado Trastorno
por Déficit de Atención con Hiperactividad, patología
que afecta más a los niños que a las niñas y que
no es hereditaria: en su origen influye mucho el ambiente en que se desarrolla
el pequeño, y el predominio del lateral zurdo en el cerebro.
Aprendizaje
La
guía también constata además que los niños
hiperactivos son más propensos a tener dificultades de aprendizaje
y que eso les hace padecer alteraciones en la adquisición del lenguaje,
lo que desemboca en dislexia. La importancia de establecer un diagnóstico
precoz del DAH es fundamental, ya que si la sintomatología no ha
sido diagnosticada y tratada a tiempo, puede desembocar en fracaso escolar;
esto lo demuestra el hecho de que entre el 30 y el 50% de los niños
hiperactivos repiten curso al menos una vez; el 35% no acaba el bachillerato
y entre el 50 y el 60% tienen problemas en sus relaciones sociales.
Los niños
hiperactivos, según indica la publicación, suelen hablar
mucho y muy alto, son impulsivos y su descontrol les hace buscar riesgos,
de ahí que sean muy propensos al consumo de alcohol y otras adicciones
en la adolescencia. Tienen problemas para administrar el dinero, son compradores
impulsivos y su inteligencia normalmente es superior a la media, aunque
muchas veces no son capaces de acabar las tareas escolares o necesitan
ayuda.
Los psicólogos
recomiendan no castigar nunca al niño hiperactivo, sino por el
contrario, regalarle objetos de su agrado cuando sea capaz de modificar
comportamientos negativos, y también aconsejan evitar situaciones
que le provoquen estrés. Asimismo, proponen realizar con ellos
prácticas de relajación, actividades de ocio y de tiempo
libre, reunirse con padres que tengan este mismo problema y hablar con
ellos de sus experiencias, favorecer y estimular la autonomía de
los niños, ayudarles a planificar su vida diaria y animarles a
que practiquen ejercicio físico.
Destacan también
el papel fundamental de los profesores en la detección y tratamiento
de los niños con DAH, uno de los trastornos más comunes
en edad escolar que conviene tratar adecuadamente, pues los alumnos que
hay en el aula con este problema pueden ocasionar una ruptura en el ritmo
habitual de clase.
Los psicólogos
que han elaborado la guía recuerdan que corresponde a los educadores
informar a los padres cuando detecten un niño hiperactivo, asesorarles
sobre el tratamiento que precisa su hijo y derivarles a los especialistas
que puedan diagnosticarle y tratarle de manera adecuada.
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