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la
Restauración y empezar a hablar de problemas educativos es todo
uno, como la abundante bibliografía sobre el tema confirma. La
intelectualidad del momento encontró en las deficiencias educativas
la raíz de los problemas patrios. Pronto surgió la tendencia
a compararse con otros países, con intención de mostrar
en la comparación la mala posición española y sacar
provecho de esta enseñanza.
La temprana
preocupación por las necesidades educativas en España, que
se había manifestado ya desde la intelectualidad ilustrada, sólo
se vio acompañada de entramados legislativos, tan inestables en
su duración e ineficaces en su aplicación como lo fueron
los gobiernos que los sostenían. A las exigencias de los intelectuales
no se sumó una rápida acción de los políticos.
De hecho, España no contará con un Ministerio de Instrucción
Pública y Bellas Artes hasta 1900, pues hasta entonces las responsabilidades
educativas recaían en el llamado Ministerio de Fomento.
Tuvieron que
ser intelectuales de la talla de Giner de los Ríos, entre otros,
los que llamasen la atención sobre las deficiencias educativas,
especialmente las que dificultaban la acción de los propios educadores.
Los pacíficos años del "turnismo" fueron tiempos de inquietudes
pedagógicas. Cacho Viu habla de "efervescencia intelectual bajo
la paz política". Así, las formas de enseñanza, las
actitudes educativas y otros aspectos relacionados con el mundo de la
docencia recibirían un renovado impulso desde la tarea promovida
por ese centro de renovación pedagógica y vocación
reformista que fue la Institución Libre de Enseñanza, nacida
casi al mismo tiempo que la Restauración.
Sus primeros
miembros pertenecían a las minorías dirigentes del país.
Junto a los deseos de renovación pedagógica (saldados con
éxito en los niveles de primera y segunda enseñanza, pero
con rotundo fracaso en el universitario) es bien sabido que esta Institución
promovió la cultura en España a lo largo de sus años
de vida, sirviendo de estímulo a otros organismos derivados de
ella, especialmente a la Junta para la Ampliación de Estudios e
Investigaciones Científicas.
Espíritu
europeísta
Del
espíritu europeísta de la I.L.E. y sus ideales educativos
participaron dos grandes pedagogos nacidos en la provincia de Ciudad Real:
Luzuriaga y Castillejo, que recogen en gran parte la herencia de Giner
de los Ríos. Este legado ofrece todo un programa para la renovación
pedagógica, que se sirve en gran parte de experiencias europeas.
De hecho, los años más fecundos de la obra de Lorenzo Luzuriaga
Medina (nacido en Valdepeñas en 1889) están ligados a la
I.L.E. Sus investigaciones sobre pedagogía fueron claves en la
actividad de la Institución y equiparables a las de otro pedagogo,
también de nuestra provincia, José Castillejo, del que hablaremos
posteriormente. Aplicó a la pedagogía algunos de los principios
europeos más innovadores, los que defendían una escuela
única (coeducación de niñas y niños), laica
y activa, en suma, la llamada Escuela Nueva.
José
Castillejo Duarte nació en Ciudad Real en 1877. Estudió
bachillerato en el instituto de la capital y, sin duda, haber nacido en
un ambiente culto (era hijo de un abogado) y de ciertos medios económicos,
le permitió proseguir sus estudios, primero licenciándose
y más tarde doctorándose en Derecho y en Filosofía
y Letras. Recibió una beca para estudiar Derecho Civil en la universidad
de Berlín. Obtuvo más tarde la cátedra de Derecho
Romano en la universidad de Sevilla. Por influencia de Giner logró
un cargo en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas
Artes. Secretario de la J.A.E., desde su creación hasta 1935, fue
enviado por la misma en diversas ocasiones para visitar distintos países
europeos, especialmente Gran Bretaña, y latinoamericanos. Fue un
hombre de eficaz gestión, riguroso en el trabajo y carente de afán
de protagonismo. No quiso mezclarse en temas políticos, manteniendo
siempre una posición de discreta diplomacia para con los gobernantes
de turno.
Su pensamiento
se mueve en línea con el del institucionismo: España necesitaba
hombres bien formados y tolerantes para salir de su atraso endémico.
En sus propuestas se acerca al modelo educativo anglosajón (la
educación basada en un acercamiento al alumno por encima de la
instrucción), pueblo del que es gran admirador y al que llega a
imitar en sus hábitos de vida. De él nació la idea
de la Residencia de Estudiantes y su homónima femenina, la Residencia
de Señoritas. Se ocupó en sus estudios y conferencias de
varios problemas relacionados con la educación: la organización
de las asociaciones de estudiantes, las asociaciones internacionales de
educación, los congresos pedagógicos, etc. Castillejo había
analizado los tres grandes fracasos españoles: la política,
el comercio y la educación, justo aquellos aspectos en que su envidiada
Gran Bretaña había triunfado. Estudiando las causas de esos
fracasos, ofrece todo un perfil psicológico de los españoles:
altivos, rebeldes e individualistas, rasgos que les impedían obtener
algún éxito en empresas colectivas.
Formación
en el extranjero
Otros
intelectuales como Ramiro de Maeztu, alaban la tradición de enviar
estudiantes a formarse al extranjero, en parte para eliminar la dependencia
científica e industrial del exterior. No obstante, llama la atención
sobre las escasas inquietudes culturales que promueven el ánimo
hacia el estudio en nuestros alumnos, mientras que fuera de España
se respira un ambiente cultural que va de las clases medias a la familia.
Las publicaciones
periódicas relacionadas con la educación aparecieron de
forma temprana como un órgano que actuaba no sólo de portavoz,
sino también de protector y hasta guía de los profesionales
de la enseñanza. Estas publicaciones fueron (en nuestro ámbito
de estudio): La Enseñanza, revista de periodicidad decenal
publicada entre 1887-1892, y El Magisterio aparecido entre 1889-1936.
También otras publicaciones periódicas dedicarán
espacio en sus páginas a las cuestiones educativas, entre ellas
Vida Manchega, Pueblo Manchego, La Tribuna y Diario de La Mancha.
De El Magisterio dice Jara Barreiro que fue el órgano portavoz
y protector de los maestros, y por esto resultó una publicación
con éxito entre los profesionales del magisterio.
Son numerosos
los artículos que sobre el tema de la enseñanza y sus problemas
contiene el semanario Vida Manchega. Aquí recogeremos sólo
algunas de las ideas más significativas. Se aspira a que la escuela
primaria, unitaria, rutinaria y arcaica, se convierta en una especie de
laboratorio en el que el pedagogo elimine del niño lo que pueda
perturbar su inteligencia y potencie lo que contribuya a desarrollarla.
Se plantea
en las páginas del citado semanario que ya pasaron los tiempos
en que suscitaba risas el lamentable estado de la educación española,
llegándose después a hablar de pedagogía en la calle.
El no hablar de este tema es propio de pueblos decadentes, hacerlo, de
civilizados y resulta el único vehículo para la regeneración
de un país. El modelo de escuela que se defiende es aquel que "eduque
al instruir e instruya al educar", haciéndose así posible
la armonía necesaria entre educación e instrucción,
porque aunque exista la segunda, en muchos casos se carece de la primera.
Formación
popular
En
cuanto a la cultura, se destaca la necesidad que tenía nuestro
país de bibliotecas y museos que sirvieran de base a la formación
popular, más allá de los habituales museos cargados de tesoros
artísticos o de las bibliotecas al uso con un horario y unos trámites
que las convertían en inaccesibles para la mayoría de trabajadores.
Frente al hábito
de convertir el atraso de la ciencia y de la técnica española
en objeto de vituperio y hasta mofa periodística, plantea un artículo
de Vida Manchega la revisión de las grandes aportaciones
españolas al progreso científico. Prosigue con el tono comparativo,
tan frecuente en este tipo de argumentaciones; así, se ensalza
lo español frente a lo extranjero en esta línea: en toda
Europa hay analfabetos, la cultura no radica en saber leer, Inglaterra
con sus sufragistas (que representan a mujeres que se olvidan del santo
deber que las requiere junto al hogar y pierden la delicadeza exquisita
de su sexo) no puede representar el progreso, o es antipatriótico
considerar que las plazas de toros son un instrumento de barbarie.
En cuanto a
los métodos de enseñanza, la nueva pedagogía, impulsada
como hemos visto desde la I.L.E., apostaba por una educación primaria
mixta, la llamada coeducación. Tras numerosas reticencias, la primera
escuela creada bajo estas características es de 1901. Los aspectos
relacionados con la higiene escolar son tratados con frecuencia en los
manuales pedagógicos y denunciada su escasez desde las Juntas de
Instrucción Pública. También es objeto de debate
la cuestión de la conveniencia de los exámenes, considerados
absurdos porque se obliga a la repetición memorística y
resultan una tortura para los alumnos y para los maestros.
De nuevo volveremos
a la prensa para exponer unas avanzadas ideas recogidas en Nuevo Mundo
(29-VII-1909) sobre cómo debería actuar el maestro rural.
Lo primero que debe intentarse es que en España interese la cultura
media, paso necesario para una verdadera democracia. Desde ahí
el maestro tiene que dejar de ser víctima perpetua de una indigencia
económica para convertirse en una activa semilla de la comunidad
rural, que despierte el entusiasmo cultural en el niño y en los
hogares. Se mostrará partidario de modernizar, conservando las
tradiciones que sean válidas. El papel del maestro en el orden
social se expone sin tapujos: "Empezará por despertar entre los
pequeños el espíritu de una solidaridad sentimental y acabará
por iniciar a los adultos en las organizaciones cooperativas y mutualistas".
En un artículo de la revista Mundo Gráfico (24-I-1912)
se señala que en España no existe lo que en el resto de
Europa se conocía como educación al aire libre y que dio
lugar a la creación de asociaciones de boy-scouts y se demanda
crear jardines de infancia con jardín, bajo el principio: "donde
está el maestro está la escuela".
Nuevas
ideas
Desde
fuera de nuestro país llegaban nuevas ideas al respecto como la
preocupación por la limpieza de las aulas y la higiene de los alumnos,
la importancia de la luz en el aula o el interés por el horario
matutino. Se hace una alabanza del interés por los temas educativos
que hay en el extranjero y en general por rodear al niño de un
clima de ternura, amor paternal y patriotismo, necesario para crear una
raza fuerte. La fortaleza corporal y espiritual se mencionan como fundamentos
de la grandeza de la patria. Para lograr esto en el niño habría
que afirmar su personalidad a la vez que educarlo en libertad. Se pone
énfasis en conocer el funcionamiento de las escuelas rurales en
el extranjero, que facilitan la asistencia evitando una distancia excesiva,
cuentan con bibliotecas, tierras cultivadas alrededor por los propios
alumnos, y son mixtas. En España se piensa que podía alcanzarse
un modelo similar creando escuelas incompletas en pueblos muy pequeños
y asociando las incompletas de los más grandes para crear una graduada.
Otro aspecto a tener muy en cuenta sería la lucha contra la indiferencia
de los padres hacia la escolarización de sus hijos.
La exigua dotación
de la Primera Enseñanza se debía en gran parte a su dependencia
de los presupuestos municipales, aspecto que queda solventado por el Real
Decreto de 26 de octubre de 1901, que incorporaba las obligaciones de
esta enseñanza al presupuesto del Estado. Bajo los gobiernos liberales,
con anterioridad a esa fecha, ya se hicieron intentos de atribuir el pago
de los maestros al Estado, a fin de evitar las influencias del caciquismo.
La situación
material de las escuelas de nuestra provincia hace que sea necesario pedir
subvenciones para obras o construcción de viviendas para los maestros,
gastos que las corporaciones no podían satisfacer y que se peticionaban
a la Diputación Provincial. Veamos algunos ejemplos:
- El Ayuntamiento
de Aldea del Rey solicita del Estado en 1891 una subvención del
30% de los gastos derivados de construir una escuela y casas para los
maestros, y pide autorización para vender los bienes de propios
para realizar el resto de la inversión.
- El Ayuntamiento
de Almodóvar del Campo solicita en 1896 dinero para que se puedan
construir dos escuelas de niñas y dos de niños. La Diputación
Provincial reclama del Ayuntamiento la inclusión de los presupuestos
para las obras.
- El Ayuntamiento
de Argamasilla de Calatrava tramita, también en 1896 un expediente
de expropiación para construcción de una escuela y se dirige
a la Diputación para sugerir que las casas de los maestros sean
construidas en el antiguo pósito, para evitar el pago de alquileres
a los escasos recursos municipales.
Pese a estas
deficiencias, la primera enseñanza tenía lógicamente
un carácter obligatorio (el Código Penal castigaba a los
padres que no llevasen a las escuelas a sus hijos). El carácter
universal y gratuito de la instrucción primaria no será
totalmente paralelo al aumento de la frecuentación escolar de los
españoles, pues aquí hay que tener en cuenta también
los obstáculos por parte de la demanda. Algunas carencias educativas
bien pudieron deberse al poco hábito o a la dejadez de asistencia
a la escuela, rasgos que dependerán de la procedencia espacial
(rural o urbana) y socioeconómica de los alumnos.
Regeneración
nacional
El
período restauracionista supuso, pese a los problemas señalados,
un cierto avance para la enseñanza, que a un ritmo muy lento intenta
implicar cada vez a más amplios sectores y emular en lo posible
los logros de los países avanzados de Europa, en la dinámica
de lo que imponía un camino hacia la regeneración nacional.
Se redujeron las escandalosas cifras de analfabetismo (no obstante, en
1918 Ciudad Real seguía siendo la octava provincia española
en tasa de analfabetismo). Aunque, salvo caso puntuales, no hubo renovación
pedagógica; por ejemplo en la Primera Enseñanza se crearon
por Real Orden de 23-XI-1878 los "jardines de la infancia", también
una R.O. de 26-VII-1892 se consagraba a fomentar las colonias escolares
de vacaciones.
No obstante,
hay que llamar la atención sobre el grave estado de la primera
enseñanza en nuestra provincia dentro del panorama nacional, si
establecemos la relación entre la población en edad escolar
y el número de escuelas y la proporción de alumnos por maestro.
Hay que tener en cuenta que Ciudad Real era la cuarta provincia española
que menos gastaba en educación, bastante menos, desde luego, que
la media nacional. Hacinamiento en las escuelas, absentismo escolar e
irracionalidad en el gasto son los rasgos señalados por diversos
autores sobre la situación de la primera enseñanza en Ciudad
Real.
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