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Madrid.
ANGEL VIVAS
Para
su autor, este libro "debería haberse escrito hace veinte años
por alguien del mundo universitario; ese libro que no se escribió
me habría servido a mí de base. En lugar de eso, me he visto
obligado a suplir yo esa laguna".
En
cuanto a la importancia de su obra, baste recordar la poesía de
José Agustín, con versos que han saltado todas las fronteras
y se han convertido en canciones con vida propia, la envergadura de una
narrativa como la de Luis, especialmente su novela Antagonía,
y el papel como novelista e intelectual de Juan, autor de títulos
como Señas de identidad o Reivindicación del conde
don Julián. Como intelectual, Juan lo es más bien al
estilo francés, no en vano su formación la hizo en buena
parte en Francia, alguien que frecuentemente interviene en la palestra
de los medios de comunicación sobre las cuestiones de actualidad.
Eso ha hecho que Juan tenga algo de personaje, que se haya construído,
en cierto modo, un personaje de sí mismo (el transterrado, heredero
de Blanco White, que llega a renegar de sus raíces). Algo parecido
le ocurre a José Agustín. Luis, por contra, se ha dedicado
de una manera ascética a la literatura, casi sacerdotal, como un
Flaubert. Para Miguel Dalmau, esas características hacen que el
más fiable de los tres en sus testimonios sea precisamente Luis.
"Carece de mitomanía -dice el autor-, es de los que dejan que su
obra hable por ellos".
En
definitiva, Miguel Dalmau ha escrito un libro importante e inusual en
el mundo español. Al contrario que en el ámbito anglosajón,
aquí no son frecuentes este tipo de trabajos. Una excepción
sería el clásico Los Baroja de Julio Caro. El libro
tiene algo de biografía, de crítica literaria, de crónica,
de estudio académico, organizado todo ello con un estilo narrativo
-ha prescindido de las notas a pie de página- lo que hace que se
lea con facilidad. Y, por encima de los avatares de los tres protagonistas,
describe también el ambiente social, político y cultural
de una época, un tiempo en el que no era fácil acceder a
los libros. Por esas y otras dificultades, Juan se instaló en París,
convirtiéndose en una especie de embajador oficioso de su grupo
de amigos españoles. Era Juan el que proporcionaba información
y libros a los demás.
Vivencia
de la política
La
política, naturalmente, no está ausente en el estudio de
Miguel Dalmau, pero éste ha tenido el acierto "de negarse a caer
en estereotipos, en clichés fáciles", según Luis
Goytisolo. Uno de esos clichés es el de considerar a Luis como
el más político de los hermanos por haber estado unos pocos
años, entre 1956 y 1959 en el PCE, cuando él es el que se
ha dedicado de un modo más químicamente puro a lo literario.
Sin llegar a una militancia activa, los otros dos han sido durante más
tiempo compañeros de viaje de la izquierda; esa relación
se ha prolongado, en el caso de José Agustín, por su trato
con escritores cubanos.
El
pasado, los fantasmas familiares, la presencia del padre y el vacío
de la madre, muerta en la guerra civil durante un bombardeo, es algo que
aparece en la obra de los tres, pero enfocado de distinto modo. ¿Es posible
que lo que les unía no llegara a reflejarse más en sus caracteres?
"Siete años de diferencia -explica Luis- ahora son poco, pero en
la infancia y adolescencia son mucho. Pero no me choca que se nos reúna
en un libro; como autor, a mí también me hubiera interesado
hacerlo".
El
caso es que aquí están los tres hermanos Goytisolo, en un
libro de difícil clasificación, que su autor define como
"novela de familia", un libro que analiza desde sus orígenes familiares
a su influencia en otros autores, el punto de referencia en que se han
convertido. El más entusiasta con la idea de hacerlo y con el resultado
final fue José Agustín. Juan pensaba que no debería
escribirse hasta que no hubieran muerto, aunque luego colaboró
con el autor aportando sus testimonios. Luis, tras advertir que "en una
obra de carácter biográfico es casi imposible estar de acuerdo
al cien por cien", afirma estar sustancialmente de acuerdo con lo que
se dice en un libro que le parece "de gran fiabilidad".
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