Seminario del Consejo Escolar de Estado sobre la autonomía de los centros

La familia, factor clave en la prevención de la anorexia y la bulimia
CONCAPA presenta una guía para informar a padres y profesores sobre los trastornos de la alimentación

 


Madrid.- Margarita Girón

Hacer mucho ejercicio físico; desmenuzar los alimentos en el plato; tomar laxantes con frecuencia; y evitar la compañía durante las comidas, son algunos de los comportamientos que adoptan los adolescentes que padecen anorexia.
La gravedad de esta enfermedad ha llevado a la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) a presentar una guía sobre trastornos de la alimentación, especialmente dirigida a padres y profesores. Su objetivo es orientarles sobre la manera más rápida de detectar esta dolencia y sobre las medidas de tratamiento e intervención.
Los últimos datos indican que el 1% de los adolescentes padece anorexia. El 3% sufre bulimia, otro trastorno alimentario en el que el paciente se provoca el vómito después de comer abundantemente. El 6% de los enfermos morirá a causa de estas enfermedades.
Es importante destacar que el 90% de los pacientes son mujeres de entre 12 y 18 años, aunque ultimamente la enfermedad se presenta a edades cada vez más tempranas.
La anorexia es un trastorno complejo en el que están implicados distintos factores. Es difícil establecer un prototipo de paciente potencial de esta enfermedad. El caso más frecuente es el de una adolescente de 14 o 15 años con algún kilo de más que se siente insegura, insatisfecha consigo misma, y se plantea adelgazar como medio para encontrarse mejor. En un principio, la situación es reforzante, ya que escucha comentarios referidos a su buena figura, pero llega un momento en que ha adelgazado lo suficiente y sin embargo quiere seguir perdiendo peso.
Además de los cambios de comportamiento, también se presentan síntomas físicos y biológicos, como delgadez pronunciada; aparición de lanugo (vello muy fino); coloración amarillenta en la planta de los pies y las palmas de las manos; uñas quebradizas; caída de pelo; y problemas menstruales.
Entre las medidas preventivas y terapéuticas, la familia juega un papel primordial, ya que si el estilo educativo y las pautas de comunicación padres-hijos son adecuados, estos últimos serán menos vulnerables a padecer anorexia, bulimia o cualquier otra patología. Otras variables como los medios de comunicación y el entorno de amigos, también ejercen influencia en el inicio y mantenimiento de este tipo de trastornos.
La CONCAPA pone esta guía al alcance de padres y profesores de forma gratuita. Para más información, dirigirse a su sede en Madrid, c/ Alfonso XI nº 4, tel. 91 532 58 65.