Cien años de ciencia española
en dos exposiciones
 
 


Madrid. A.P.

Los numerosos actos conmemorativos del 98, que durante un año se han celebrado en España, se han ocupado sobre todo de los aspectos literarios, artísticos, políticos y militares que marcaron una época, considerada como de un profunda crisis para la conciencia del país. Pero, entre todas estas rememoraciones se estaba echando de menos el recuerdo de lo que significó la ciencia dentro del esfuerzo regeneracionista de los hombres y mujeres de la llamada "generación del 98", la que vivió la pérdida de los últimos restos de imperio colonial. Dos exposiciones, abiertas actualmente en Madrid, se proponen cubrir este olvido.

La primera de ellas lleva el título de "Un siglo de ciencia en España" y está instalada en el pabellón Transatlántico, en el que se encontraban los Laboratorios de la Residencia de Estudiantes. Mientras esta muestra hace hincapié en el contenido de la ciencia desarrollada en España durante los últimos cien años, la segunda exposición, organizada en la sede de la Fundación Arte y Tecnología, subraya más cómo las ideas y avances científicos influyeron en la sociedad de su momento.

Santiago Ramón y Cajal frecuentó la Residencia de Estudiantes. En ella se albergaron e investigaron en su laboratorio Severo Ochoa, Francisco Grande Covián y otras muchas personalidades de la ciencia española. En el laboratorio del Pabellón Transatlántico, en el que ahora se encuentra la exposición, trabajaron Pío del Río Hortega, Juan Negrín y Gonzalo R. Lafora. Mientras que en el laboratorio de Negrín se organizaban tertulias en las con coincidían, entre otros, Miguel de Unamuno y Blas Cabrera. Entre los conferenciantes extranjeros que aquellos años pasaron por ella figuran Albert Einstein y Marie Curie.

Por lo que se refiere al contenido de la muestra, esta presenta, entre otras cosas: dibujos originales de Ramón y Cajal; óleos de Joaquín Sorolla, con retratos de conocidos científicos en su trabajo; una maqueta del transbordador sobre la catarátas del Niágara, de Leonardo Torres Quevedo; un espectroscopio de Miguel Catalán; un microscopio electrónico; y un prototipo del minisatélite español INTA.

La exposición utiliza también una amplia gama de recursos audiovisuales e interactivos, con una dimensión didáctica, en la que se busca el apoyo de los recursos más modernos con los que cuentan hoy los museos.





La Residencia de Estudiantes y la Fundación Arte y Tecnología ofrecen sendas muestras sobre la evolución científica y tecnológica en las últimas décadas